Un viaje sin retorno

Public Domain Pictures
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En 1893, hubo un largo viaje desde Trons, una ciudad de la Siberia rusa, a Estados Unidos. El protagonista era un judío ruso que se hizo de amigos en el largo trayecto. Juntos anduvieron por hilanderías, carnicerías, verdulerías y astilleros de la ciudad de Seattle, al noroeste de ese país. En 1914, en un incendio de una de las fábricas donde trabajaba, perdió a sus amigos y se conminó a no entablar más amistades.

En los años siguientes viajó por Latinoamérica, distribuyendo, entre otras cosas, las navajas Gillette. Para olvidar los rostros de sus compañeros, capturaba con una cámara fotográfica los escenarios callejeros de Colombia, Ecuador, Perú, Brasil, Uruguay y Chile, países que recorría como viajante. De estos viajes regresaba con sus negativos de celuloide.

En Chile, el ruso dio tregua a su promesa. Conoció a una peruana, hija de escoceses y dejó de viajar para tener una casa de venta de equipos de cine y fotografía. Ya no se satisfacía con imágenes capturadas por él. Comercializaba cámaras para que un público más amplio obtuviera los rostros que él quería olvidar; o tenía que olvidar, para no sentir.

Tuvo hijos de ese unión chilena/escocesa, pero no hubo retorno. Ya, solo, se radicó en Buenos Aires, donde tuvo una joyería con más de 100 empleados. A la que también abandonó un día de 1958 para irse a Israel. En el muelle se despidió para siempre del único hijo varón. Le dejó como legado los negativos en pequeños álbumes con una breve descripción de cada uno. Era lo más preciado que tenía, porque de su origen también eligió olvidarse al decirle a su hijo: "nunca digas que eres ruso".

El hijo, de más de 80 años, en su casa de las sierras cordobesas, ha construido en miniatura el largo trayecto de un tren. Imagina que esas vías lo trasladan al sitio donde regresa su padre.

Todavía no ha podido hacer públicas esas fotografías. No lo perdona.

Ma.Cristina Boixadós

Córdoba, en setiembre del año 2020




Comentarios:

- Eugeboixados:  Me encantó, de quién es esa historia Cris?

- Ángeles: Me encantó!

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