Un cine para mirar y mirarnos

El Festival Invicines acaba de celebrar su novena edición en Córdoba, renovando su compromiso y militancia por un cine que suma a la construcción de comunidad y reafirma los derechos humanos, sociales y culturales.

Invicines - Hablan les realizadores de Jóvenes artistas en juicio - Foto Martín Murúa
Invicines - Hablan les realizadores de Jóvenes artistas en juicio - Foto Martín Murúa

Cajas de cartón pintadas con huecos se convirtieron en telecabezas que niños y niñas se colocaron para, con micrófono de cartón en mano y tras una gran pantalla de televisión colorida fabricada con materiales reciclados, contar los resúmenes de sus investigaciones acerca de la sala de cine de su colegio, la Pablo Baur. Un grupo de adolescentes dialogaron sobre los cines de antes y los actuales y escucharon la voz de la China Medina contándoles cómo se vivía y se vive esa experiencia en La Piojera. Una transmisión en vivo mostró en la pantalla grande a dos entrevistados, Juan José Gorasurreta y Fernando Belzagui, que hablaron de los cines de barrio, de los debates al terminar la película y de las proyecciones en continuado con mate y en familia.

No, no fue un taller para aprender una técnica cinematográfica. Fue un momento lúdico. Incluso, la moderación del taller a cargo de Ari Nahón terminó siendo una construcción colectiva, donde las compañeras de La Piojera pintaron cajas junto a invitades e integrantes del festival, quienes también se encargaron de coordinar grupos de infancias para traer a la memoria la experiencia de la sala oscura y el séptimo arte compartido.

Esto es algo de lo que sucede en Invicines desde hace 9 años: movimiento, conexiones, juegos, reflexiones, cruces, diálogos, proyecciones, debates y palabra que circula. En ese tiempo, Invicines ha construido comunidad hacia adentro –los barrios y el interior de la provincia– y hacia afuera, desde experiencias y con compañeres de otras provincias y países. Además de entramarse en un tejido de militancias por el cine con organizaciones como la Mesa de Trabajo por el Cine Social y Comunitario de Córdoba y la Red Argentina de Cine Comunitario y con actores colectivos que defienden y construyen derechos humanos, sociales y culturales.

Del 13 al 16 de septiembre, se desarrolló la 9ª edición del Festival de cine social y comunitario Invicines, un espacio tiempo que tuvo su origen en la necesidad de ofrecer pantalla a producciones que no suelen verse en los cines, y ser un espacio de diálogo y aprendizaje para estudiantes, colectivos de cine comunitario y realizadores independientes. Esta edición estuvo organizada por les realizadores/as, comunicadores/as, cineclubistas y docentes Rodrigo Del Canto, Carolina Rojo, Juan José Gorasurreta, Abril Fernandez Ferrez, Santiago Sarmiento, Luisa Loza, Marcos Cavaignac, María Victoria Glanzmann y Gabriela San Martín.

La edición de este año se inauguró con una potente proyección de cuatro cortometrajes en el Centro Cultural Córdoba: "Jóvenes artistas en juicio" del 6to Año TT Ipem 338 Salvador Mazza (Córdoba); "Los cimientos de un sueño" del Taller de Cine Centro Cultural Villa el Libertador (Córdoba); "Mensajes de tierra adentro" de alumnes de la escuela rural Rafael Obligado de Saira, Caleidoscopio Cooperativa Audiovisual y Altroqué Cine (Saira, Córdoba); y "Un cuadro de locura" del Comedor y merendero Rayitos de amor, El telar - comunidad de pensamiento feminista latinoamericano y Taller de cine Como el caracol - mujeres sosteniendo territorio (Córdoba). Estos cortos fueron producidos con el primer Apoyo al Cine Comunitario del Polo Audiovisual Córdoba, razón por la que estuvieron presentes Jorge Álvarez y Martín Olivero, de dicho ente, que se emocionaron y terminaron de "armar el rompecabezas" de los proyectos leídos, no solo al verlos en pantalla, sino también al escuchar a les protagonistas contar sus experiencias en vivo.

El segundo día de festival se repartió entre actividades en el Centro Cultural La Piojera y el Centro Cultural Córdoba. Se desarrollaron las Rondas del Birri, un espacio de diálogo generado por el flamante Programa de Fortalecimiento al Cine Comunitario Fernando Birri del INCAA, con la presencia de su presidente Nicolás Battle, el subgerente de desarrollo federal Juan Pablo Zaffanella y la encargada del programa Izel Paz. Además, acompañaron Cecilia Hernández, del Consejo Asesor del INCAA Región Centro e integrante del Polo Audiovisual Córdoba, y Ana Mohaded, decana de la Facultad de Artes. En esta instancia, se presentó la primera encuesta de cine comunitario y se mantuvo un diálogo con les realizadores audiovisuales presentes.

Seguidamente, se proyectó la sección de cortos Barro y semilla, que aglutina producciones realizadas en espacios de cine comunitario. Luego, Planeta corazón, de cortos sobre mujeres, disidencias y cuidado del ambiente. Y al cierre de la jornada, Grandes mujeres, donde se contaron historias de mujeres con historia, como la de Alcira López de López, ceramiquera de Traslasierra, en un documental en el que Juan José Gorasurreta pone a dialogar sus imágenes con las tomadas a la artista por Raymundo Gleyzer.

El viernes comenzó con el taller de telecabezas, para continuar con una sala llena de infancias y juventudes, debido a la proyección de la sección Juventudes disruptivas. Y un cierre de jornada más distendido en el Espacio San Martín, donde se proyectó al aire libre, la sección Luchas y memorias.

En el cierre del festival, además de proyectarse la sección Aeropuertos, se entregaron los tres reconocimientos que desde el año pasado otorga Invicines: El premio del camino (a quien consideramos que nos ha marcado con su enseñanza o su hacer en el audiovisual) fue para Marta de la Vega; el premio del abrazo (para el colectivo que viene realizando una construcción en el cine comunitario, generando sus propios relatos y narrativas) se lo llevó el Taller de cine de Villa Libertador; y el premio del público (votado en cada sección por les asistentes a sala, con una previa entrega de certificados a les ganadores por sección) fue para Mil años, corto de alumnes de 6to grado de la Escuela Antártida Argentina.

Y ya en el patio del Cineclub Municipal, entre abrazos, aplausos y emociones, nos permitimos un pequeño espectáculo a cargo de Jorge y Marcela, los bailarines de la peatonal (previamente se proyectó su cortometraje La calle baila) y un brindis por mucho más cine social y comunitario, por mucha más red y cultura popular, por mucho más cine hecho en los barrios y desde abajo, por mucho más Invicines

Galería 

(Diapositivas)


Carolina Rojo

Realizadora audiovisual e integrante del equipo de organización de Invicines



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