Tres espectáculos de 1900: el biógrafo, la zarzuela y la guerra

Una compañía de zarzuela trajo en su equipaje, para presentarse en la sala del teatro Progreso, una serie de vistas de cine de actualidad. Se trataba de atraer más público con la novedad, la cual resultó incluso más importante que las canciones y los bailes del género popular español. Allí, en abril de 1900, los cordobeses, entre tonadillas y romanzas, pudieron vivenciar e incluso vivar las imágenes de la Guerra de los Bóers que en Sudáfrica resistían al imperio británico.

Una proyección de Biógrafo en 1895
Una proyección de Biógrafo en 1895

Invento que llegó para inaugurar una nueva concepción del espectáculo público, el cinematógrafo se conoció en Córdoba al mismo tiempo que en la mayoría de las ciudades del mundo occidental, prácticamente al año siguiente de ser patentada la creación de los hermanos Lumière. El investigador Enrique González ubicó en el diario Los Principios el anuncio de la primera exhibición en Córdoba de la novedad, simultáneamente en los teatros Rivera Indarte de la calle ancha y el Progreso de la calle San Martín, el 18 de septiembre de 1896. El maravilloso invento tuvo otras esporádicas apariciones hasta fines del siglo XIX, en el teatro Progreso en 1899 y otra vez en abril de 1900, como se sigue en crónicas del diario La Libertad. El nombre de Biógrafo se generalizó a partir de una marca, la de la Biograph Company, la primera industria de los Estados Unidos destinada a la producción y exhibición de películas, y el estudio de cine más prominente e influyente de su época en todo el mundo.

La venida de una compañía española de zarzuela, en las Pascuas cordobesas de 1900, con el actor y director Eduardo Roldán y un elenco de una decena de miembros, trajo consigo como número especial una serie de vistas para el público a través del Biógrafo. Los artistas anunciaban sus performances intercaladas con la proyección de imágenes, asegurándose una mayor afluencia de público.

"Teatro Progreso
El domingo de Pascuas debutará en el Progreso la compañía teatral anunciada que dirige el señor Eduardo Roldán y la que cuenta con el hermoso aparato designado con el nombre de Biógrafo.
El elenco artístico está compuesto por el primer actor y director señor Eduardo Roldán, la primera tiple señorita Pilar Pérez, artista que ha conseguido captarse numerosas simpatías de los aficionados a la zarzuela, el maestro concertador y director, señor Carlos Álvarez, la primera actriz, señora Rosa de San Pedro, la tiple característica señora L. Torres, la dama joven y segunda tiple señorita Amelia Martínez, el bajo cómico, señor Ricardo Sánchez, los actores genéricos señores Luis Alonso e Isidro Vellar y los apuntadores señores Pedro Maciel y Manuel Rodríguez.
El repertorio con que cuenta la compañía está seleccionado entre las mejores obras del género que figuran en el teatro español.
El Biógrafo cuenta con un número incalculable de vistas variadas, nuevas en su mayor parte para Córdoba.
La empresa nos promete que en todas las funciones el Biógrafo exhibirá vistas nuevas.
El precio de las localidades es el de costumbre.
Las funciones concluirán temprano para que el público pueda hacer uso de los tramways que cruzan en todas direcciones.
El lunch será atendido en el local del teatro por la conocida Confitería Oriental."

La crónica siguiente se detiene especialmente en el contenido de las vistas del Biógrafo, destacando la proyección de vistas referidas a La guerra del Transvaal, en Sudáfrica (1899-1902).

"Hubo un lleno completo anoche en el Progreso.
El público acudió en gran número atraído por el anuncio de las vistas de la guerra del Transvaal, que resultaron hermosísimas.
Un entusiasmo rayano en delirio se apoderó de la concurrencia cuando el Biógrafo hizo desfilar ante sus ojos los episodios anunciados en el programa.
Atronadores ¡vivas! a la república Sud Africana y a sus bravos luchadores, se dejaron oír a cada aparición de los héroes, con su traje de campo, su cartuchera repleta de balas, y su fusil convertido en una espantosa máquina de muerte. Especialmente cuando al hacer explosión un cañón, rueda por la pendiente del pequeño cerro que le sirve de teatro de combate, un grupo de heridos formando un cuadro verdaderamente admirable, el entusiasmo del público llegó a su colmo y las aclamaciones se repitieron llenas de verdadera simpatía por los patriotas.
Hay un primer cuadro también notable: el que presenta a un boer en el momento de ser fusilado.
La víctima reta a sus enemigos con una altivez sublime y cae de modo tan natural que uno cree ver flotar en la atmósfera aquel reto postrero que parece significar el heroico desafío de su patria entera.
Se notó en la sala en ese instante un extraño murmullo, luego un grito de protesta, después… un ¡viva!... atronador, entusiasta, delirante. Y así fue mientras se deslizaron los otros cuadros.
La noche de anoche ha sido una ovación a los Boers, una manifestación indescriptible pro su causa santa y noble."
Fotogramas de vistas de Biógrafo sobre la Guerra de los Boers
Fotogramas de vistas de Biógrafo sobre la Guerra de los Boers

Los bóers -colonos neerlandeses asentados desde el siglo XVII en regiones del sur de África- debieron defenderse contra una feroz invasión del ejército británico. La segunda guerra bóer tenía lugar en el momento en que el Biógrafo visitaba Córdoba.

Durante los días en que la compañía de Zarzuela funcionó junto al Biógrafo en esta capital, el diario La Libertad enumeraba los títulos de varias de las películas:

"Se estrenará una de las nuevas vistas de la guerra anglo boer, llegadas en estos últimos días.
Los cuadros de que se compone esta serie de vistas nos hacen creer en la posibilidad de que hayan sido tomadas en el teatro de los sucesos.
Son esos cuadros: El ejército inglés; Los Highlanders; Los marinos; Inspección de la Imperial Yeomanry por S. A. R. el príncipe de Gales; Revista de tropas por S. M. la Reina Victoria; Embarque de tropas en el Arundel Castle; Embarque del general Buller en el Dunnotar Castle."

Las vistas eran, en efecto, las que habían sido obtenidas directamente durante aquel conflicto bélico por la Biograph Company. Los Highlanders eran un regimiento británico; la Inspección de la Imperial Yeomanry, por Su Alteza Real. el príncipe de Gales, se refería a un cuerpo de caballería británico que intervino en la guerra Bóer; y el embarque del General Buller en el Dunottar Castle también era una filmación realizada por la compañía, incluso sirve de prueba el hecho de que en la toma en que el General Buller embarcaba, la cámara del Biógrafo mostraba a William K.L. Dickson, fotógrafo, camarógrafo e ingeniero que había trabajado en el laboratorio de Edison, para luego fundar su propia compañía: precisamente la Biograph. Aquel ingeniero se interesó especialmente en filmar los conflictos bélicos de la época, y en 1898 envió a Cuba camarógrafos para registrar la guerra entre España y los Estados Unidos, en torno a la libertad de Cuba. Ese mismo año William K. L. Dickson filmó al Papa en Roma, y luego marchó a África del Sur para tomar vistas de la guerra de los Bóers. Más tarde escribió un libro sobre esa experiencia: The Biograph in Battle: its story in the South African War ("El Biógrafo en la batalla: su historia en la guerra de Sudáfrica").

Así, un buen número de tomas que habían sido obtenidas por Dickson se contaban entre las vistas que el Biógrafo mostró en Córdoba en 1900. En otra nota de La Libertad se menciona la vista titulada Lucha entre un león y un toro, que no era sino una referencia a los símbolos del león británico y el toro bóer, trenzados en la coreografía de la guerra.

Buena parte de la producción de la compañía consistía en las llamadas "actualidades", es decir tempranos filmes documentales de personas reales, lugares y acontecimientos, con apenas ocasionales vistas narrativas, que por lo general eran comedias en una sola toma, sin edición. Las narrativas dominarían la producción de la Biograph desde comienzos del siglo XX en adelante.

Es muy probable que otras vistas cuyos títulos menciona La Libertad provinieran también de la Biograph, ya que las funciones se hacían por medio de la máquina proyectora de esa marca, con sus propias normas técnicas, aunque no debe descartarse la presencia de filmes realizados por otras compañías, dado que era muy común que se robasen unas a otras copias, para ofrecerlas por su cuenta en diversas geografías a su alcance. Quedan títulos con su origen por chequear en los catálogos de filmes tempranos existentes, como los de Un viaje por Inglaterra, Fiestas en honor del rey de Italia, Cazadores alpinos, Una nueva corrida de toros, Las maniobras del ejército italiano, Costumbres japonesas, Vistas acrobáticas, Hombres célebres, Dreyfuss y A vuela pluma, todos citados por La Libertad para las funciones cordobesas del Biógrafo en abril de 1900.


La tómbola de la competencia entre compañías cinematográficas hizo que estas tomas realizadas durante la Guerra de los Bóers, que se corresponden con las que vio el público cordobés en 1900, aparezcan bajo el sello Pathé en YouTube (duración 1:41)




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