Serie: The Body as a map - Judith Le Roux

"El cuerpo se encuentra plagado de significados ocultos, un espacio donde lo público coincide con lo privado sin posibilidad de una negociación concreta. Tener un cuerpo implica que sostengamos heridas abiertas, que experimentemos sentimientos, dolores, sufrimientos, miedo, aprendizajes; devenidos en representaciones simbólicas en diálogo permanente entre lo individual y lo colectivo que construyen nuestras identidades. Poder disponer de nuestros cuerpos y presentarnos en la sociedad. Mostrar nuestro cuerpo en sociedad provoca muchos sentimientos. Siempre hay siempre una frontera en disputa entre quién soy realmente y como debo constituirme y presentarme ante los demás. Estas historias tienen un argumento común porque más allá de nuestro mundo personal, nos conectamos como seres humanos al formar parte de una sociedad.

Esas cartografías o mapas adquieren sentido en esos paisajes, fragmentados, construidos que no están escindidos de la memoria. Entender al cuerpo como un lugar para ser mapeado, cartografiado como si fuera un objeto más para ser consumido, una propiedad individual o una propiedad colectiva, un espacio para ser habitado, señalado, marcado, visibilizado.

Pero... ¿cuáles son las implicaciones de cartografiar un cuerpo? ¿Pueden todos los cuerpos?

¿Qué tipo de cuerpos se inscriben y cuáles van en contra de las reglas estéticas del mercado y la sociedad?, me pregunto. Los cuerpos envejecen y esto es visible como una huella indeleble. Por esta razón, a veces se convierten en un instrumento de violencia y autodestrucción.

Según Michel Feher "(…) La situación, por lo tanto, es una batalla permanente, con el cuerpo como el ámbito cambiante en el que los mecanismos del poder encuentran constantemente nuevas técnicas de resistencia y liberación. (…)"

El cuerpo como representación de nosotras, de los paisajes que nos habitan, de lo permitido y lo no permitido, de lo implícito y lo explícito.

Nuestro cuerpo que también se transforma en un cuerpo digital, un alter ego de nosotros mismos que coexiste en otro universo casi tan real como ficticio. El maniquí funciona como una metáfora del cuerpo humano, como prótesis en diálogo con ese cuerpo digital en que nos vamos transformando. Buscar el equilibrio de eso que somos por fuera, por dentro, nuestro yo real, es la clave para el equilibrio en nuestras vidas y en nuestros vínculos."

En esta serie denominada The Body as a map utilizo una fotografía de un maniquí como representación del cuerpo humano que realicé con una cámara analógica y luego intervine y realicé fotomontajes en su gran mayoría con fotos de mi autoría de manera digital con un software de edición.

En este trabajo planteo una serie de paisajes que nos habitan y como nos modifican a lo largo de la existencia y como estos dialogan con nuestras emociones. Para ello combine fotografías que pusieran en relevancia este concepto o idea.

Las imágenes son digitales, pero pueden ser impresas hasta 90 x 60 cm.

Cabe aclarar que algunas imágenes de esta obra son parte de una muestra itinerante internacional The AAMA International (la 20ª Exposición Internacional de Arte Asiático, Africano, Mediterráneo, Europeo y de las Américas) curada por Qui Luo junto a un equipo curatorial. En la exposición participan más de 150 artistas de distintas partes del mundo. Esta ya ha recorrido varios espacios expositivos de Europa como: Italia, España, entre otros y actualmente se encuentra exponiéndose en China.

Galería Fotográfica (click para ampliar)

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Sobre la autora:

Judith Le Roux

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