Santiago Lanfri
El fluir de las horas oscuras
Santiago Pfleiderer
Hay algo que es eterno porque no falla nunca, porque su fórmula no cansa y es variable hasta el infinito, porque en ese existir habita una familiaridad inherente a todo lo que somos. Y hablo de la canción. Ese espacio sonoro que habitamos y nos habita en cada experiencia de este tránsito llamado vida.
Hay sonidos que remiten a sensaciones, situaciones, incluso anhelos o estados del alma. El aire fresco de un domingo por la noche, un cigarrillo, una habitación y una cortina liviana que se mueve por el viento débil de la ventana. Hojas escritas sueltas en una mesita ratonera y tazas de café vacías. Introspección. El fluir de las horas oscuras.

Santiago Lanfri nació en septiembre de 1981 en el mítico barrio Alberdi de la ciudad de Córdoba. Sus comienzos en la música fueron de niño en el consagrado Instituto Domingo Zípoli (la escuela de Niños Cantores de Córdoba) donde cursó la primaria. Luego también, desde muy joven, estudió guitarra y canto con profesores particulares y de manera muy autodidacta. "En esa época no existían los tutoriales de internet", aclara Lanfri. Además es Técnico en Sonido recibido en La Metro.
Luego de atravesar muchas y diversas formaciones dentro de la música de Córdoba, Santiago trazó un sólido recorrido solista donde se afianzó como cantante y guitarrista, proponiendo discos y canciones –siempre con una impronta basada en el rock- con sonidos puros, brillantes y contundentes. En el año 2010 grabó su primer disco como solista, Construyendo el Cielo. Luego vendrían Aire Fresco (2019), Aire Fresco – Vivo en La Piojera (vivo, 2019), y Acústico (2020).
Además, participa activamente en la producción y en la ejecución de su instrumento junto a muchos artistas. Uno de sus proyectos paralelos es Estrilicia, un sorprendente tributo a Luis Alberto Spinetta.
Santiago Lanfri es un guitarrista excepcional, y su guitarra se destaca gracias a la gran tradición que lo respalda y a su propia búsqueda sonora a través de las seis cuerdas.
En el mes de febrero el cantautor compartió a través de sus redes un nuevo tema, "Van muy bien", y desde Tierra Media charlamos con él para que nos cuente cómo es habitar la cápsula mágica de la canción.
-Sos violero y cantante, ¿cómo fue que te sumergiste en el universo de la canción?
-Mis primeros intentos de escribir canciones fueron en la adolescencia, cuando formé bandas con amigos del secundario en el Manuel Belgrano. En esa época sucedía que sólo tocaba la guitarra, pero en algún momento me animé a cantar y ahí cambió el rumbo. Comencé a prestar atención a la escritura y al fusionar ambas cosas, música y letra, descubrí ese universo que me voló la cabeza.
-Tus canciones viajan por sonoridades que atraviesan el pop, la balada, el blues y el rock and roll, incluso el sonido acústico ¿En tus discos hay una búsqueda puntual de esos climas? Digo, ¿a cada disco lo pensás conceptualmente desde el sonido?
-Sí, generalmente cuando encaro una canción tengo cierta idea de qué rumbo va a tomar en cuanto a la sonoridad, pero en el proceso lo más probable es que todos los planes vayan mutando. Lo más común es que arranque escribiendo mientras toco la guitarra, y después, cuando tiene forma, pase a la computadora y arranque una especie de preproducción en donde trato de lograr ese clima, esa sonoridad. Luego de eso probablemente invite a otros músicos a participar.

-¿Qué leés y qué escuchás? ¿Qué cosas te conmueven e inspiran?
-Siempre algo estoy leyendo y escuchando; me gusta estar informado, aprender, investigar y conocer a otros a través de la música y los libros. Conecto mucho con la realidad, la actualidad, con mi entorno y con mis seres amados.
-¿Qué te moviliza decir en tus canciones?
-En mis canciones siempre trato de describir imágenes, inventar una escena y contar lo que tengo para decir; cosas que me pasan a mí o a otros en la realidad o de manera ficticia, pero siempre conectando con lo que me conmueve y con la esperanza. Muchas de mis letras hablan de salir adelante frente a situaciones adversas.
-Participaste en varios proyectos como Sir Hope, también con Enrico Barbizi, Estrilicia, y muchos artistas más. ¿Qué te genera trabajar con otros músicos de Córdoba?
-Siempre, en paralelo a mi proyecto solista, participé de otros proyectos musicales. Para mí es muy enriquecedor y muy importante lo colectivo, compartir y ser parte de la locura de otros artistas; me siento bien cumpliendo otras funciones, trato de sumar y aportar lo mío para que la rueda gire.
-En febrero de este año lanzaste un nuevo single, "Van muy bien". ¿Estás trabajando en un nuevo álbum o pensás ir sacando temas hasta darle forma a un nuevo disco?
-En esta época es todo tan inmediato que es difícil encarar la producción de un álbum completo, se estila más publicar cada canción por separado y, quizás, después sumarlas a un álbum. Cuando lográs terminar un tema te gana la ansiedad de publicarlo. Siempre está en mis planes hacer un álbum nuevo y mi sueño es algún día publicar en vinilo.
-¿Cómo ves la escena de la música de Córdoba en la actualidad, qué te seduce?
-Creo que Córdoba tiene una escena interesante por ser una ciudad grande. Yo siempre estoy atento, dispuesto a conocer y entender lo que sucede artísticamente. Como estoy en zona céntrica, observo mucho y veo movidas interesantes de bandas emergentes y estilos un poco desconocidos para mí como el freestyle, pero noto ahí una expresión genuina que convoca mucho público cada vez que paso por el Paseo Sobremonte.
-¿Cuáles son tus próximos pasos, fechas, y data que quieras compartir?
-El jueves 10 de abril toco un acústico de guitarra y voz en el Sindicato de Maravillas (Libertad 326) en el marco del ciclo Sindicato de la Canción.

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