Revolución silenciosa de la cultura accesible en Latinoamérica

10.10.2024

Noelia Pajón

¿Cómo se viene trabajando en Latinoamérica?

Hagamos de cuenta que una persona con discapacidad hace un viaje en el que busca propuestas que le garanticen el disfrute de un evento cultural, donde sea para todos, y no una promesa vacía.

Laura, una joven sorda apasionada por el arte, se enteró de un nuevo proyecto cultural relacionado a la pintura, pero en cada museo, cada exposición, siempre había algo que la separaba de los demás: la falta de información accesible.

Esta vez, las cosas estaban a punto de ser diferentes.

En cada rincón del continente, pequeñas iniciativas comunitarias estaban comenzando a hacer ruido, rompiendo las barreras de acceso a la cultura que tantas personas con discapacidad habían enfrentado durante años.

Laura decidió investigar más. Así comenzó su viaje por las historias de aquellos que, con poco, estaban logrando mucho.

Cine para Todos: El cine habla en todos los idiomas

La primera parada de Laura fue en Colombia, donde desde 2012, un proyecto estaba haciendo historia en su país.

En la pantalla de su computadora, Laura pudo ver la foto de un grupo de personas sonrientes, algunas con bastones, otras con auriculares, todas disfrutando de una película. Pero lo que llamó su atención fue un hombre mayor, que no necesitaba ninguno de esos dispositivos, y aún así estaba ahí.

Las películas que proyectaban contaban con audiodescripción, subtítulos descriptivos y lengua de señas, permitiendo que cada persona, pudiera disfrutar de una tarde de cine. La idea era simple: el cine debe ser un lugar donde todos se sientan incluidos.

Teatro Ciego: Donde la oscuridad ilumina el alma

De vuelta en Argentina, Laura encontró "Teatro Ciego" en Buenos Aires. Es un espacio único: obras de teatro en total oscuridad.

Lo más sorprendente era que no se trataba de un proyecto solo para personas con discapacidad visual. De hecho, el público en general asistía para vivir una experiencia sensorial completamente diferente, en la que el oído, el olfato y el tacto eran los protagonistas.

Lo que hacen en el Teatro Ciego no era solo incluir a las personas con discapacidad visual en el mundo del teatro, sino invitar a todos a pensar el arte de manera distinta.

La imagen muestra el logo de “Teatro Ciego”. Es una cara hecha con relieves de color negra que tiene puesto unos anteojos blancos. Fuente: www.teatrociego.ong
La imagen muestra el logo de “Teatro Ciego”. Es una cara hecha con relieves de color negra que tiene puesto unos anteojos blancos. Fuente: www.teatrociego.ong
La foto muestra a un grupo de personas en fila con antifaces puestos y tocando el hombro, con la mano derecha de la persona que tienen al frente, entrando al lugar para disfrutar de una experiencia sensorial. Fuente: “Diario Actualidad”
La foto muestra a un grupo de personas en fila con antifaces puestos y tocando el hombro, con la mano derecha de la persona que tienen al frente, entrando al lugar para disfrutar de una experiencia sensorial. Fuente: “Diario Actualidad”


Sumar Festival: Cuando la música es para todos

La música siempre había sido una parte importante de la vida de Laura, aunque muchas veces no podía seguir el ritmo de los conciertos. Ella descubrió el "Sumar Festival" en Chile.

Este festival de música independiente había tomado la decisión consciente de ser accesible para todos. No se trataba solo de tener rampas o baños accesibles; Sumar había incorporado intérpretes en lengua de señas chilena en todas sus presentaciones, además de contar con zonas de descanso para personas con sensibilidades auditivas y visuales.

Brasil y la inclusión educativa: Arte sin límites

Era un proyecto llamado Diversa que estaba haciendo algo igual de poderoso en las aulas de las comunidades más vulnerables.

Se basa en un programa que promovía talleres de arte y cultura para niños y jóvenes con y sin discapacidad, integrando a ambos grupos en el proceso creativo.

Este proyecto, nacido en las favelas de Brasil, había logrado algo que muchos consideraban imposible: romper las barreras educativas y culturales al mismo tiempo.

Estos ejemplos demuestran que la accesibilidad no es solo una cuestión de infraestructura o tecnología, era una cuestión de voluntad. Las comunidades de toda Latinoamérica están mostrando que, cuando se quiere hacer accesible la cultura, siempre hay una forma.



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