La experiencia de ser una mujer música

Producto de la invisibilización, arriba y debajo de los escenarios, el trato y la remuneración desigual, la discriminación, acoso y otras formas de abuso y violencia laboral y artística, nuestras músicas decidieron unirse y trabajar para lograr la llamada Ley de Cupo Femenino en festivales y eventos. La Ley 27.539, que establece un cupo de al menos 30% de solistas, agrupaciones musicales de mujeres y personas de otras identidades de género autopercibidas y agrupaciones mixtas para los eventos donde haya 3 o más artistas convocados, fue sancionada el 20 de noviembre de 2019. Es un primer paso, pero hay mucho más para conquistar.

Desde el programa radial Cantarinas que se realiza en Córdoba, se han consultado, hasta la fecha, a más de 120 mujeres músicas y una de las preguntas - eje sobre el que giran las entrevistas - es, precisamente, el relato de sus vivencias personales en cuanto mujeres dedicadas profesionalmente a la música. En esta nota dejamos apenas el testimonio de unas pocas, porque para muestra...

Lula Bertoldi: Creo que no me di cuenta de todo esto, de todo lo que el feminismo vino a destaparme, a sacarme esa venda en el ojo, hasta muy avanzada mi historia musical. Eso fue algo creo bastante observable y que nos ha pasado a muchísimas mujeres de mi generación e incluso más grandes también, de venir con una forma de ver el mundo o ver a la música puntualmente y de golpe pasa, el feminismo nos atraviesa y empezamos a abrir los ojos porque muchas cosas las pensábamos pero en ningún momento las pusimos en acción o nos hacían tanto ruido como para generar un cambio. Entonces creo que el feminismo ha venido a sacarnos finalmente esa venda en el ojo y mirarnos entre nosotras y decir: che, esto está ocurriendo y no está bien. Lo hemos naturalizado tantos años y de golpe nos damos cuenta que está mal, ¿no?

Nadia Larcher: por supuesto que a lo largo de toda esta vida dedicada al canto, que son alrededor de 25 años, pude darme cuenta que ha sido muy desigual la oportunidad que han tenido hombres y mujeres en relación al acceso a los recursos que se distribuyen con la música. Por eso, hoy en día, poder estar acompañando la lucha que sostienen los movimientos transfeministas por más espacios, para mí es una obligación y además una responsabilidad. Las vivencias han sido variadas, desde no tener oportunidad para decir, desde no ser convocadas, desde tener poco tiempo en los escenarios, desde ser censurada, muchísimas. Pero por suerte estamos ante otro panorama y seguir construyendo con confianza y esperanza es fundamental. Por eso apoyamos nuestra ley de cupo, por eso pedimos que las personas que están hoy en día encabezando instituciones municipales, provinciales, tengan conciencia y se ilustren en relación a lo que plantea la ley de Cupo, que a veces se confunde o se tergiversa porque no se la comprende. Es sumamente importante que haya igualdad en la distribución de los recursos y que las mujeres podamos tener la posibilidad de acceso a esos recursos va a hablar de un cambio fundamental. Necesitamos que estén las voces, las memorias, las miradas, las palabras, las luchas, los gestos de las mujeres porque necesitamos completar esa parte de la historia de nuestra música.

Deborah Dixon: Yo creo que es tan machista como cualquier otro, el medio de la música. El machismo está instalado en todas partes, como se le dice ahora en el patriarcado, en todas partes, en todos los ámbitos de la sociedad, y este no se aleja, no es una excepción. Con lo cual, obviamente que como mujer he tenido bastantes dificultades, más que dificultades, yo te diría uno tiene que lucharla al doble, la verdad. Siempre estás haciendo, pasando por doble examen, hay un montón de cosas que por ahí un señor las tiene un poquito más fáciles, no es necesario explayarse porque creo que es de público conocimiento, pero bueno, por suerte las cosas están cambiando de a poco, toda la juventud viene con mucha fuerza, luchando las mujeres para conquistar los puestos que nos corresponden, en los lugares que nos corresponden. Apoyo absoluta y totalmente, por supuesto, me considero una luchadora más por los derechos de la mujer y bueno, eso es importante, es importante tenerlo en cuenta y destacarlo. En ese sentido, con las Blacanblus creo que fuimos bastante pioneras en cómo nos movimos y elaboramos nosotras cuatro. Así que mucha fuerza para todas las chicas que vienen arrasando con todos los prejuicios y con toda la falta de equilibrio y de justicia en todo lo que se refiere a los derechos de la mujer.

Mery Murúa: Creo que el machismo se ve sobre todo en las actuaciones, las peñas, en los festivales, donde es folclórico, con más presencia masculina. Pero creo que en este tiempo yo he aprendido a sanar muchas cosas y hoy me siento -es una palabra que puede sonar así como de moda-, pero yo me siento empoderada en la música y creo que tiene que ver mucho con estar acompañadas todas las mujeres y habernos encontrado para generar también nuevos espacios para la construcción y por caminar juntas. Entonces, yo si bien la he pasado mal en algunas situaciones, considero que ya ni siquiera las pienso, ya no forman parte de lo que sucede hoy en mi camino artístico ni en el de muchas mujeres. Así que para adelante, eso es lo que pienso. Y nada, ahora, será un ambiente históricamente compartido. Esa sería mi ilusión, que de acá a unos años se conozca este tiempo como un tiempo construido de manera compartida entre hombres y mujeres.

Yusa: Este siempre es un tema que tiene mucha tela por cortar, ya que este concepto del machismo ha instaurado sobre todo por siglos los patrones en conducta y prácticas de desvalorización del género femenino y donde como consecuencia de la propia herencia y construcción cultural hemos quedado bajo un ojo social que juzga el hasta dónde y cuánto nos es permitido ser y hacer a la mujer. De hecho, me he encontrado con comentarios desafortunados como: "Ella toca como un hombre. No, no, igualito a un hombre", lo cual en mi condición de mujer me sería totalmente imposible y ni siquiera podría ponerlo en práctica. Y ahí es donde me doy cuenta de que es algo que lleva mucho tiempo instalado en las mentes y a veces ni siquiera se tiene idea de que son actitudes machistas. Por lo general, yo siempre he compartido con hombres y hasta el día de hoy me he sentido respetada y de hecho tengo una carrera como solista siendo mujer en un colectivo donde la mayoría de los músicos con quienes comparto giras, conciertos y hasta producciones discográficas son hombres, lo que me da la medida de cuánto se ha avanzado en este aspecto y donde ya existen diálogos sobre la igualdad de la condición de género que antes estaban vedados para nosotras. Aún creo que queda mucho por hacer, totalmente, sobre todo en algunos países donde creen que son justificables los abusos, las posturas y comportamientos deplorables cometidos a tantas mujeres a lo largo de la historia. Que lejos de sembrar un modelo social efectivo son una vergüenza, que espero pronto sea parte de un pasado triste de la historia de la humanidad. Que sea la calidad, el amor propio, el ser consecuente y la excelencia lo que nos iguale. Y no sé, me viene a la mente esta frase de una de las canciones del nuevo álbum Para el Camino que Llega, que estoy en estos momentos haciendo, que podría cerrar esta idea. Y esa frase dice: "no temas si se aleja, tanto espacio es huella en tu arena, te apuesto lo que sea, solo andarlo vale la pena"

Pelu Mercó: Siempre estuve, desde que me acuerdo de mí, pegada al arte, ¿no? Y aprendiendo, y muy curiosa con todo lo artístico, de varias disciplinas, inclusive. Pero yo me resolví a ser artista cuando tenía 30 años, para ello elegí separarme también y en ese ínterin quedé con dos hijos a cargo, sola con dos hijos a cargo, no entre dos, entonces fue muy difícil. En realidad mi vida fue muy intensa, plena, pero no fácil para nada. Entonces, cuando empecé a dedicarme y a formarme como artista, me fue muy difícil, muy difícil. Yo supongo que ha tenido que ver, seguramente, que si hubiera sido "vago" me hubiera sido más fácil, seguro. Pero como la verdad me fue tan duro que no alcanzo a discernir si sufrí esto por mina, supongo que ya te digo seguramente que hay algo de patriarcado en todo esto. De todos modos, y aun así, cincelaron, esa dificultad y ese sufrimiento, mi alma para ser artista. No estoy arrepentida de haber vivido lo que he vivido porque también hay que ver cosas desde lo finito y no son cómodos esos espacios.

Teresa Parodi: cuando ya definitivamente elegí la música como profesión, por cierto que me costó por ser mujer, me costó ocupar un lugar como autora y compositora, me cuesta aún en el espacio de la música popular en el que yo me muevo, es mucho más preponderante la figura masculina, son muchísimos más los autores y compositores varones, es muy difícil inclusive que las intérpretes mujeres elijan música de mujeres para cantar. Creo que es cultural y que también creo que con los cambios profundos que existen ahora en nuestra sociedad y en el mundo entero, después del movimiento de mujeres que es lo más revolucionario que apareció en los últimos años en todo el mundo, hay un cambio verdadero. No es de la nada sino el resultado de la lucha de muchísimas mujeres a lo largo de la historia que fuimos heredando esa lucha y peleando cada una en nuestro espacio para ser respetadas, escuchadas y no discriminadas por género. Bueno, finalmente estamos hoy en una etapa que por suerte estas cosas han cambiado. Todavía hay que pelear en algunos momentos. Sí, todavía hay que pedir ley de cupo para que canten o toquen las mujeres en los festivales y hay que hacer cumplir esa ley de cupo, pero bueno, creo que cada vez se va naturalizando más la participación de la mujer y eso hace que hoy sea muy distinta la realidad.

Jackie Bini

jackie@tierramedia.com.ar

Comentarios:

- Paola Bernal:  Gracias por compartir éstas voces compañeras

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