Hora French: Meditación y filosofía del Dibujo

Hora French - Autorretrato
Hora French - Autorretrato

El artista Horacio French sembró su inconfundible imaginario visual en el arte callejero de Córdoba por más de una década, y también trasladó su mundo inagotable de dibujos, pinturas y objetos diversos a una expansiva puesta en museo. Su obra posee una dimensión narrativa intrínseca. Su vocación es de siempre y la pudo desarrollar por etapas durante su experiencia de residir y participar del ambiente artístico en distintas ciudades y países. Ha realizado diseños para grandes producciones circenses, escénicas, audiovisuales y visuales, con reconocimiento internacional. También se ha ocupado del arte gráfico, y se vinculó a publicaciones diversas, como la referencial Dadá Mini o el magazine Ay Mag. La mayor parte de su obra la produjo en Córdoba, donde actualmente -y tras haberse tomado una tregua con el Street art- transita un período al calor del dibujo, con honores también para la aparición del color. Su bestiario personal acumula cientos de cuadernos y carpetas ricos en imágenes de una realidad transmutada y sin límites, pero no sin anclajes. Es un honor contarlo en Tierra Media, publicación interfecunda, donde en visitas a diversas secciones, va dejando sus marcas transformadoras aquí y allá.

Lo oímos contar -en la lectura- un panorama de su actualidad inmediata en relación al arte, a su vida y al momentum del impulso creador.

«Como decía mi profesor de piano: "Hora, no dejes de tocar el piano, que por eso dibujas tan bien". El dibujo es conmigo el lenguaje que me permite desarrollar mejor los demás lenguajes, como la escritura y el habla. Por arte de magia, y otro poco de buenos hábitos, a medida que mi dibujo crece y madura, mi comunicación verbal mejora y se expande

Hubo un período unánime que marcó la vida reciente de cada ser humano. Esto disparó ese tiempo en él:

«Empecé a enfocarme más en el dibujo a partir de la Pandemia (2020). Es decir, habiendo dibujado toda mi vida, y siendo dibujante desde que tengo memoria, y que lo considero mi mejor medio de comunicación, soy consciente que jamás le presté tanta atención como durante estos años más recientes. El Dibujo en mayúsculas. Meditar y filosofar en torno a él. Otorgarle el único protagonismo en la escena, los demás juegan como secundarios.»

Pasado el confinamiento, las horas de dibujo lo sacaron del tablero y del espacio de trabajo, para abrir el juego y sostener la posibilidad de ampliar el círculo:

«Este año me animé a compartir estas ideas a través de una Clínica de Dibujo que se titula El dibujo, al servicio de… Y es justamente ese rol que comúnmente se tiene del dibujo: prestar su servicio para que puedan construirse edificios, películas, pinturas, publicidad y miles de destinos más, donde el dibujante suele jugar de autor encubierto. La Clínica cuenta con un grupo limitado de personas, con quienes durante ocho encuentros semanales abordamos cuestiones sobre el dibujo: nos detenemos en los trabajos personales de cada uno, compartimos informaciones y le dedicamos tiempo a muchos ejercicios para dibujar.»

Hay otro proyecto que define el hoy del artista y completa su agenda en la senda de entrega al arte del dibujo:

«Otra decisión que me ayudó mucho a compartir estas ideas fue la de haber creado junto con Rastoni, también dibujante, un Club de Dibujo que llamamos Inkógnito. Allí nos reunimos cada dos semanas para dibujar y compartir el momento. Es gratuito y buscamos un lugar nuevo para cada ocasión. Si venís, te llevas un carnet por ser socio del club sin costo alguno. Nuestra intención es fomentar y hacer crecer una comunidad que tiene al dibujo como anfitrión.»

La permanencia, entretanto, no es para nada limitante y la sinergia entre imaginario y futuro le permite ser escueto y preciso sobre las proyecciones del proceso:

«¿Qué se viene? Un proyecto que tengo por delante es crear un podcast, y llevar a Inkógnito a otras ciudades del mundo.»


Descargá la nota:


Comentarios:

- Jorge V.: un lujo de nota.

Dejá tu comentario: