La vida a cuadros
Ale Galvaliz
Rosita y Deolindo nacen de la imaginación y la vivencia. En la búsqueda constante de ideas y personajes para mis tiras, se me ocurre evocar a mis dos abuelas (mi abuela y su hermana) ya que compartí muchos años de mi vida con ellas. Siempre me pareció extraordinario, desde niño, que sus vidas transcurrían, gran parte del día, en un sillón, o en la mesa para almorzar y cenar, o en la cama para la siesta. La abuela Rosa era la clásica abuela cariñosa y compañera que celebraba la unión familiar cuando reunía a todos sus nietos. La tía Delia, reconvertida en Deolindo, era pícara, cómplice y ocurrente. Decidí "homenajearlas" haciéndolas personajes de tiras cómicas, reflotando anécdotas, frases célebres, ocurrencias, e inventando algún que otro disparate. Hace unos años dejaron el mundo terrenal con apenas 95 y 94 años de juventud, pero siguen estando presentes en mi mente, en mi corazón y en mis hojas.
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