Entre la oscuridad y el silencio, abrió los ojos al mundo

Tiempo atrás, se pensaba que si no podías ver ni oír, eso no era vida. Pero hubo alguien que rompió con ese estereotipo y marcó un precedente para las personas sordociegas, ganándose un lugar en la historia de la literatura: Helen Keller.

Noelia Pajón

La "sordoceguera" es una discapacidad que afecta de forma severa tanto la visión como la audición de quienes la padecen.

Helen Keller nació el 27 de Junio de 1880 en Tuscumia, Alabama (Estados Unidos). Fue una escritora, oradora y activista política sordociega estadounidense que a los diecinueve meses de vida sufrió una grave enfermedad, posiblemente meningitis, que le provocó la pérdida total de la visión y la audición.​

Al cumplir la edad de siete años, había inventado 60 signos para poder comunicarse con su familia. Pero el hecho de que las demás personas se pudieran comunicar con la boca y no con gestos, como ella lo hacía, le produjo frustración al saberse tan diferente y estar aislada de los demás.

Esta situación hizo que su familia viese claramente la necesidad de hacer algo. Lograron contactarse con una joven, Anne Sullivan, de 20 años y con discapacidad visual, que había cursado clases en el Instituto Perkins para Ciegos y era una estudiante ejemplar. Fue ella quien llevaría a Hellen de la oscuridad hacia la luz, resultando una pieza fundamental para la vida de Hellen.

El primer paso de Anne fue comunicarse con ella venciendo su agresividad con fuerza y paciencia. El siguiente, fue enseñarle el alfabeto manual. La ponía en contacto con los objetos y le deletreaba en la mano las palabras. Así comenzó a animarse y cambió su estado de ánimo.

Anne trataba a Helen como a sus otros alumnos, sólo que, en vez de hablarle, deletreaba las palabras en su mano. Es así que después de varios meses, ella aprendió a leer y a escribir en sistema braille y a leer de los labios de las personas tocándoles con sus dedos y sintiendo el movimiento y las vibraciones.

La imagen muestra una fotografía en blanco y negro de Helen Keller de niña junto a Anne Sullivan sentadas.
La imagen muestra una fotografía en blanco y negro de Helen Keller de niña junto a Anne Sullivan sentadas.


Estos grandes pasos le permitieron en 1896 ser admitida en la escuela de Cambridge para Señoritas y en el año 1900 entró en la Universidad de Radcliffe, donde se graduó con honores, siendo la primera persona sordociega en obtener un título universitario. En 1903 escribió su primer libro: "La historia de mi Vida"

Con el paso del tiempo Helen Keller se convirtió en una excelente oradora y colaboró en la creación de la Fundación Americana para los Ciegos con el objetivo de ofrecer servicios a otras personas ciegas. 

Murió el 1 de Junio de 1968 en Easton, Connecticut, Estados Unidos. La importancia de su legado se ve reflejada en la declaración del "Día Internacional de la Sordoceguera" en el año 1989, fijado los 27 de Junio, de acuerdo con la "Declaración de las Necesidades Básicas de las Personas Sordociegas" en Estocolmo, Suecia.

Su vida fue retratada en películas como "El milagro de Ana Sullivan" -en inglés The miracle worker- y en obras de teatro, cuentos, telefilmes y otros formatos que hoy permiten que se siga conociendo su vida y su trabajo a nivel mundial, porque como dijo ella: 

"En el maravilloso reino de la mente he de ser libre como los demás. En él, anhelo realizar una tarea grande y noble pero es mi deber realizar primero, las tareas pequeñas como si fueran grandes y nobles. Mi mano es para mí lo que el oído y la vista juntos son para los demás, me permite salir del aislamiento y la oscuridad. Pienso que muchas personas a pesar de poseer una vida excelente, son ciegos en sus percepciones porque lo único peor a no tener vista es no tener visión.
Las mejores y más bellas cosas del mundo no pueden verse ni tocarse, deben sentirse con el corazón ya que todo lo que amamos profundamente se convierte en parte de nosotros mismos.
El optimismo conduce al logro, nada puede realizarse sin esperanza.
No pienses en las fallas de hoy sino en el éxito que puede venir mañana, porque muchas veces, sólo miramos la puerta de felicidad que se cierra y no la que se abre.
La vida o es una aventura atrevida o no es nada, sólo hay que disfrutarla.
No soy la única pero soy alguien.
No puedo hacer todo, pero puedo hacer algo; y justo porque no lo puedo hacer todo, no renunciaré a hacer lo que sí puedo…" (
Texto escrito con frases de Helen Keller sacado de mi cuenta de instagram: @periodistanoeliapajonbelen)



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