Cuando Córdoba fue la papa

10.08.2023

-Ni uno es de uno-

Es conveniente ser un poco improbable (Oscar Wilde)

fuente: Archivo de Historieta y Humor Gráfico Argentinos
fuente: Archivo de Historieta y Humor Gráfico Argentinos

El absurdo, se sabe, es un condimento esencial, imprescindible, para el humor crítico, ácido, el mejor.

Pero hay veces, en las que, a la inversa, el humor es un condimento del absurdo.

Esta es una de esas veces.

Garrik fue un actor y dramaturgo británico, considerado como uno de las principales figuras del teatro inglés del siglo XVIII, a punto tal de conseguir ser el primer actor enterrado en la Abadía de Westminster, en el rincón de los poetas, cerca de Shakespeare, a quien tantas veces adaptó sobre el escenario.

Y mirá lo que ocurrió, lo que le ocurrió.

«Viendo a Garrick —actor de la Inglaterra—

El pueblo al aplaudirlo le decía:

"Eres el más gracioso de la tierra,

Y el más feliz…"

Y el cómico reía.

Víctimas del spleen, los altos lores

En sus noches más negras y pesadas,

Iban a ver al rey de los actores,

Y cambiaban su spleen en carcajadas.

Una vez, ante un médico famoso,

Llegose un hombre de mirar sombrío:

"Sufro —le dijo— un mal tan espantoso

Como esta palidez del rostro mío.

Nada me causa encanto ni atractivo;

No me importan mi nombre ni mi suerte.

En un eterno spleen muriendo vivo,

Y es mi única pasión la de la muerte."

—Viajad y os distraeréis.

—¡Tanto he viajado!

—Las lecturas buscad.

—¡Tanto he leído!

—Que os ame una mujer.

—¡Si soy amado!

—Un título adquirido.

—¡Noble he nacido!

—¿Pobre seréis quizá?

—Tengo riquezas.

—¿De lisonjas gustáis?

—¡Tantas escucho…!

—¿Qué tenéis de familia?

—Mis tristezas.

—¿Vais a los cementerios?

—Mucho… mucho…

—¿De vuestra vida actual tenéis testigos?

—Sí, mas no dejo que me impongan yugos:

Yo les llamo a los muertos, mis amigos;

Y les llamo a los vivos, mis verdugos.

—Me deja —agregó el médico— perplejo

Vuestro mal, y no debo acobardaros;

Tomad hoy por receta este consejo:

"Sólo viendo a Garrick podréis curaros."

—¿A Garrick?

—Sí, a Garrick… La más remisa

y austera sociedad le busca ansiosa;

Todo aquel que lo ve, muere de risa:

¡Tiene una gracia artística asombrosa!

—¿Y a mí me hará reír?

—¡Ah! sí, os lo juro;

Él, sí; nada más él; mas… ¿qué os inquieta?

—Así —dijo el enfermo— no me curo:

¡Yo soy Garrick!… Cambiadme la receta.»

También por el absurdo, rozando el oxímoron, el gran Groucho Marx decía que jamás sería socio de un club que lo aceptara.

Se suele decir, a lo mejor por eso, que los humoristas viven dolorosamente.

No fue el caso de los que florecen en la Córdoba de la Nueva Andalucía, con el gracejo que le viene de la vieja.

Allá por 1971 apareció "Hortensia", una revista de humor inventada por el genial Alberto Cognigni, (a) "caballo  e´ ´lona"  por su tamaño y su desgarbo.

"Hortensia" comenzó siendo mensual y tirando apenitas 2.500 ejemplares, para pasar a ser semanal y a salir cuando podía, alcanzando los 100.000 números.

En una Córdoba en la que aún ardía el Cordobazo, pero en la que ya se sentía el acoso de los milicos, la revista no era rabiosamente politizada, como no ser que lo fuera su ya legendario slogan: "aquí estoy para decir lo que se me antoja no?"

Lo cierto es que es difícil definir el humor.

La "Tía Vicenta" de Landrú se disfrazaba de otras revistas. Y cuando lo hizo de "Billiken", definió gallina como "animal salvaje de nuestras pampas; estando cebada o no, ataca al hombre".

Lo cierto es que el humor es cosa seria: se mete hasta con la religión.

El recordado humorista español Miguel Gila, contaba que en ocasión de un penal, la madre del shoteador encomendó su hijo a Dios, y el humorista se preguntaba: "y el arquero qué es? Huérfano o ateo?

Volviendo a Córdoba y al dire de Hortensia que firma sus editoriales como "el irresponsable", el santafesino Crist , creador de "García y la máquina de hacer pájaros", lo definía como "un desmesurado, un hincha, un niño. Creía, como Salinger, que Córdoba y Paris eran limítrofes."

El recuadro de "Así es" en la página de editoriales (eso era, un editorial) de La Voz del Interior, era a veces censurado por "demasiado" progresista y eso que el diario cordobés aún no era de Clarín…

Hortensia convivió cronológicamente con la también legendaria "Humor". La primera apareció entre 1971 y 1989, la segunda desde el 78 hasta 1999.

Con ser que eran muy distintas, sus finales no lo fueron tanto, en ambos imperó la realidad= Malvinas, los gobiernos militares y los presidentes argentinos. ¿Cómo? ¿Tanto?

Malvinas llevó a Hortensia a parecerse a Humor en lo político, y ya nunca pudo volver a su estilo original.

En tanto que Humor, quedó limitada por la asunción de Alfonsín ya que la revista era filo radical cuando no gorila, y chistes con eso no se quería hacer.

Y después la remató otro ex presi: perdió dos juicios que le hizo Menem.

Puede que haya sido la paradoja lo que unió ambas publicaciones.

Ambas declinaron, hasta desaparecer, con la reaparición de la democracia.

En nuestra aldea cordobesa, se confirmó la vigencia de nuestros hitos históricos, opuestos de raíz al insípido cordobesismo: el Cordobazo, la Reforma Universitaria y el humor.

Como ya quedó dicho, el humor es cosa seria.

Tanto que Cognigni decía que los negros eran Breton.

Y esa es la pena.

Eran…

Como Córdoba era la papa.

Era…

De Hortensia…




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