Cada cual su camino

En memoria de Francisco (Pancho) Colombo

ca. 1920. Colección familiares de Francisco Colombo
ca. 1920. Colección familiares de Francisco Colombo

Yo tenía la mirada inquieta, yo amaba la ciudad que escudriñaba sin saber por qué, yo tenía las inquietudes de una carrera que me devolvía preguntas, que me abría las ventanas de archivos y periódicos.

Yo leía todos los días los diarios, jugaba con mi abuela a las palabras cruzadas y salía con ella en volandas recorriendo las calles y veredas de la ciudad que le habían cobijado.

Yo trabajaba en La Reja, un negocio de exclusividades cordobesas. Allí se juntaban artesanos del bronce, del hierro, de la cerámica y pintores de brocha fina, nucleados por Miguel, su dueño... Allí conocí a Mariano, a Coco. ..

Allí ideé un viaje que finalmente hice. Allí terminé de rendir la última materia de una historia argentina, quebrada, quebradiza. Desde esa vidriera llena de arte cordobés lo veía pasar a Francisco (Pancho) Colombo, un periodista de garra que apuntó y delimitó mi primera mirada sobre la ciudad.

Corrían los años 1978, 79, 80 y él caminaba por la vereda de la calle Trejo al 100 -aún sin peatonalizar - con su estatura pequeña, su sonrisa grande y satisfecha: había capturado un nuevo duende de las fachadas cordobesas.

Yo guardaba sus notas del diario vespertino Córdoba, las que José, un vecino, me recortaba con la tijera de zigzag y que yo, con mi afán de historiadora, les colocaba fecha.

Así te recuerdo, Pancho.

En su reverso dice: "Esta maquinaría pertenecía a Francisco Shmid en el año 1921 en Wencelaso Escalante, Provincia de Córdoba"..Colección familiares de Francisco Colombo"
En su reverso dice: "Esta maquinaría pertenecía a Francisco Shmid en el año 1921 en Wencelaso Escalante, Provincia de Córdoba"..Colección familiares de Francisco Colombo"

Luego, hubo otros encuentros, otros escritos compartidos en la Revista Umbrales cuando ya había aprendido algo de vos. Pero lo más cercano en el tiempo es aquella llamada telefónica del año 2019 en la que me pedías que fuera a recoger algunas fotos* que trascendían tu ámbito familiar en la pampa gringa. Fui a verte y entrevistarte a Jesús María y, en el desorden físico de tu casa y emocional de la conversación, te pude decir que habías sido mi primer maestro.

¿Me oíste? Ya tus oídos apenas escuchaban ante tus ansias de repartir sabiduría, ya no podías guardar más nada, ya eras toda avalancha.

Ojalá tu nieto haya recogido mi reconocimiento hacia vos, cuando lo invité a retirar las fotografías que volvieron a tus descendientes. Vos estabas - me dijo- fotografiando los fantasmas de paredes más delimitadas.

Y hoy vuelvo a recordarte cuando, limpiando papeles, veo el sobre de papel madera de los recortes zigzagueados y amarillentos que publicabas en el diario cordobés.

Hoy te digo, Pancho, que ya son pocas las paredes para mirar y que yo necesito soltar a mi abuela. Quizá, juntos, vayan en volandas.

Cristina Boixadós, Córdoba, 11 de julio 2021


*(fotografías contextualizadas y publicadas en www.enfocadoscordoba.com)



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Comentarios:

- Silvia Graciela Fois: Cristina lágrimas de emoción con este recordatorio tan emotivo. Vi cada cosa descripta como una espectadora cinematográfica... gracias

- Verónica Colombo: Gracias Cristina!! Emociona tu texto y el recuerdo hacia mi padre. Un gran abrazo!!!

- Bibiana Fulchieri: Maravilloso texto y entrañable Pancho esas fotos en sepia. Felicitaciones,Cristina!!

- Ramón Recalde:  Fue compañero en La Voz. Recuerdo su bondad inmensa, su humor de niño y su talento. Se reía con ganas de mis ocurrencias y las cargadas a un compañero. Cuando la redacción estaba en la avenida Colon, hacíamos una escapada a la Cervantes, para comer furtivos una pizza y tomar un vaso de vino tinto. Se te extraña amigo.

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