Autocultivo y activismo cannábico: del prensado paraguayo a las genéticas propias

Breve historia de cómo los usuarios y cultivadores pasamos de ser parte del problema a ser parte de la solución


Cultura Cannabis

Cultivo de cannabis en interior
Cultivo de cannabis en interior

Fue en los años 80 donde usé por primera vez cannabis, debutando con amigos y con el querido y no siempre bien ponderado porro paraguayo, prensado e inconsciente. Prensado porque esa es la modalidad aún vigente, cortar la planta y prensarla con gatos hidráulicos para luego envolverlo con cinta de acetato en una suerte de ladrillo que pesa un kilo aproximadamente. Tan aceptado este modelo hizo que muchas personas pensaran que el cannabis no era una planta, que venia así!! ¡¡Como cuando comprás pollo en la góndola del supermercado sin haber visto nunca uno vivo!! En 1984 visité la ciudad de Juan Pedro Caballero, capital de la producción y narcotráfico de la marihuana paraguaya. Fue un viaje turístico y breve pero como experiencia fue suficiente para entender este mundo sin legalidad. La producción ilegal pero protegida por el poder político y policial, comenzó en 1960 y en la actualidad el territorio sembrado llega a las 10 mil hectáreas. La calificación de inconsciente porque obtener el "bagallo de prensado" no contenía ninguna otra cuestión moral, histórica o social que nos impusiera un acto reflexivo. Con el tiempo comprendimos que la sustancia en cuestión y su formato contenían energías que las incorporábamos al fumar la hierba. Había (y hay) esclavización en los cultivos, violencia, muerte, traiciones y el negocio oscuro del narcotráfico en una impensable cadena de gente involucrada hasta llegar a tus manos. A eso se le sumaba la baja o mala calidad del producto muchas veces contaminado con hongos y sustancias que los cultivadores le agregaban para que no se pudriese mientras tanto llegaba al público usuario.

Camino de Juan Pedro Caballero (Paraguay)
Camino de Juan Pedro Caballero (Paraguay)

De ese prensado llegaron a nuestras manos las primeras semillas y así los primeros cultivos, ya que hasta bien entrado el siglo XXI fue difícil obtener semillas de calidad provenientes de bancos de genéticas principalmente de España, Holanda y EE.UU. Éramos pocos y nos costaba socializar saberes por temor a la persecución policial. Con el activismo de los primeros años de los dos mil aparecerían las juntadas a fumar, intercambiar conocimientos y gestar los primeros grupos que compartían cultivo y activismo. Claramente una condición fundamental para participar de esos grupos era cultivar con el objetivo visible de satisfacer el autoconsumo y cortar con el narcotráfico, caro y peligroso. Un dato no menor es que antes de la crisis nacional de 2001, en Córdoba el narcotráfico del prensado paraguayo se llevaba 50 millones de dólares al año.

"Entonces, ese grupo tan diverso que se generó conformó un movimiento sin límites, sin bordes, que interactúa con otros movimientos sociales y va aprendiendo de estos, como el feminismo, el ambientalismo, los movimientos anti prohibicionistas, entre otros. Esto generó algo muy interesante porque pareciera haber todo un movimiento que quiere sacar a la planta de marihuana de la ley penal, dado que su cultivo está penado por la ley de drogas 23.737, pero queda todo otro conjunto de sustancias que también es importante regular y despenalizar" reflexionaba Ana Florencia Sclani Horrac en su trabajo de investigación de 2014. (1). A imagen y semejanza de los movimientos cannábicos españoles en Argentina, por idioma e idiosincrasia, nos iniciamos a cultivar por mail con ayuda de muchos amigos ibéricos o compartimos experiencia en eventuales viajes turìstico-cannábicos para aprender y traer semillas.

La primera asociación cannábica legalmente constituida y duradera fue la Asociación Ramón Santos sobre Estudios del Cannabis (ARSEC) registrada en 1991, de la cual utilizamos su manual de cultivo y fuimos ampliando los conocimientos allí escritos. A partir de 2010 la demanda fundamental de los usuarios a las nacientes asociaciones cannábicas era información de cultivo y la gestión de semillas de calidad. Por entonces ya podíamos obtener genéticas comprando por internet en los bancos europeos. Una anécdota de época que nos llena de orgullo a los activistas del uso adulto y el cultivo es oler a flores en las calles y no el tradicional y agrio perfume del prensado y comentarios de peatones al pasar que dicen, por ejemplo: "no sabes la White Widow que me salió".

Las leyes en Argentina, a partir de 2017 permitieron que este movimiento de cultivadores avanzase en la dinámica incansable que nos da la planta: somos muchos (más de 250 mil registrados y 250 clubes de cultivo a la fecha), todos muy capacitados y una gran cantidad de ellos convertidos en breders, produciendo ya sus propias genéticas adaptadas a la realidad geográfica y climática de nuestro país. Hoy por hoy, en nuestro país, hay una gran cantidad de copas cata donde los cultivadores podemos mostrar nuestros productos, alejados definitivamente del prensado paraguayo, orgullosos de nuestros cultivos y de los subproductos que aprendimos a obtener de las floraciones de nuestros " indores" o en las siembras exteriores.

Otro de los objetivos que siempre difundimos desde las organizaciones cannábicas fue que, con autocultivo, se rompe la cadena del narcotráfico. Claramente, gracias a ser auto productores, dejamos de conectarnos con los dealers o narcos que aún comercializan prensado.

Prensa marihuana
Prensa marihuana

Más allá de la ley penal que siempre es una espada de Damocles, les demostramos a la sociedad y a la justicia que los usuarios y cultivadores dejamos de ser parte del problema para ser parte de la solución frente a la ilegalidad del uso personalísimo de las sustancias psicoactivas.


(1) Sclani Horrac, Ana Florencia, Aproximaciones a un análisis crítico del circuito del narcotráfico del cannabis en el cono sur, sus contradicciones y principales víctimas. Caso de los usuarios de cannabis en argentina desde una perspectiva geopolítica para la transformación social y la garantía de los derechos humanos.

Fac. De Ciencia Humanas y de la Educación - Universidad Nacional de La Plata 2014


GLOSARIO:

Breeder

Persona que cría animales o plantas. En nuestro caso verdaderos artesanos de la producción de cruces genéticos para obtener semillas de cannabis.

Indoor

Vocablo inglés que significa "interior". Cultivo de cannabis en el interior con simulación tecnológica de los factores naturales, iluminación, humedad, etc.




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Comentarios:

- Alicia Suárez:  Daniel ,impecable nota y relato de la historia ,experiencias y logros con esta maravillosa planta ,tienes un don para expresar con verdades contundentes una realidad que avanza principalmente gracias a vos desde que la conozco y fue un soplo de avance en mí área personal (dolor ) y profesional porq como médica desde que viví sus bondades la recetó siempre ,gracias por tanto conocimiento brindado.

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