Contame-la

Si, soy Rogelio Roberto Rodríguez Raipani, un delantero si se me permite, que vivió a la sombra de ese goleador apodado el optimista del gol, Martín Palermo. Optimista del gol!! No tengo nada contra Martín, un caballero, siempre lo fue, me refiero a los voceros del estigma. Nunca escuché una idiotez tan grande como esta. Ahí están los profetas...

Tobías Garzón (1849-1914) fue un profesor de Castellano cordobés que, en 1910 y con la ayuda de la Comisión Nacional del Centenario y de la Universidad de Córdoba, publicó su Diccionario Argentino, editado en Barcelona.

Cuando éramos coleópteras no nos pasaban estas cosas. Podíamos sobrevivir tanto en el frío como en el calor. El clima nos amaba. Éramos millones de nosotras habitando en la misma biosfera sin llevarnos por delante, compartiendo aguas dulces o saladas. Y aprendimos a comer mierda salvaje y las plantas más hermosas en la misma topografía. Me...

Como muchas otras cosas de las que nunca se sabrá cuándo comenzaron ni por qué motivo, la carrera artística de Pablo Bemol, considerado en todo barrio Yofre Norte como el más grande cantante de boleros de todos los tiempos, tampoco tiene registros y ni siquiera testigos vivos que puedan dar testimonio y contribuir a develar el misterio.

No parecía una buena idea vacacionar juntos, estábamos en medio de una discusión sobre si tener hijos o no, que nos había llevado a un cuestionamiento general de la relación. Con todo, allí estábamos los dos, para compartir con el mundo esa neurosis colectiva que llamamos temporada estival.

Campo de la Ribera fue un centro clandestino de represión y exterminio de la última dictadura militar. Un campo de concentración a la argentina, donde unas cuatro mil personas fueron secuestradas, torturadas y, muchas de ellas, asesinadas y desaparecidas. Hoy, lejos del imperio de las fuerzas armadas, esas tierras del sudeste de "La Docta" son el...

En diciembre del año pasado nos reunimos los de la promoción ´73 en casa de Rad Berria, a festejar nuestro cincuenta aniversario. Hacía tiempo que Rad me venía diciendo que fuera a su casa, que tenía algo importante para mostrarme, pero yo, por hache o por be, no iba.

Paraje Blanco tenía unas treinta casas. Chacareros, hijos de inmigrantes. Así fue durante mucho tiempo. Pero un día se supo que el gobierno nacional había decidido construir una cárcel. Enorme. Y que habían elegido emplazarla en medio del páramo. A unos seis kilómetros de donde estaban las primeras chacras.

Se llamaba Cristina. Le gustaban los títeres y los ñoquis cuatro quesos. Tenía un pichicho mordedor que odiaba a la humanidad. Sobre todo, a la que habitaba en mi casa sin permiso de residencia. Amábamos a la tía Tina a pesar de Nico, ese perro diminuto que nos dejaba fluorescentes con sus mordiscos radiactivos. Le decíamos "tía Nicotina" porque...

Agregar una moderada dosis de cultura a un viaje siempre es una buena decisión. Y sin que sea necesario denominarlo "turismo cultural", muy bien puede combinarse en algunos destinos la visita a monumentos, museos o la asistencia a alguna manifestación artística típica del lugar.

Nada nuevo que decir sobre la tonada local que no sean unas referencias históricas de ese rasgo en citas de un puñado de autores.

Para los expertos de Memoria sin Fronteras resultaba imprescindible conocer los hábitos y las costumbres que tuvo la gente de aquella ciudad para conocer en profundidad qué fue lo que los llevó a despertar la maldición maldita. De allí que priorizaran estudiar el comportamiento de los habitantes del lugar.

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